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8 De Diciembre Inmaculada Concepción

Posted on December 5, 2014October 17, 2018 by admin

Inmaculada Concepción

LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Celebremos el primer privilegio de la Santísima Virgen María. Ella es la flor sin espinas de que habla la Escritura, la tierra donde el hombre enemigo no siembra jamás la cizaña. Dios, que quiso sustraer a María a las leyes de la naturaleza, quiso sustraerla también al odioso imperio de Satanás. La que pudo decir a un Dios: Tú eres mi Hijo, pudo también decir con verdad: Dios tomó posesión de mi Corazón desde el principio de mi existencia.

La devota inclinación de los fieles a creer la inmaculada Concepción de la Virgen, y que hacía exclamar a Bossuet: “Después de los artículos de fe, no conozco nada que sea más cierto”, quedó por fin satisfecha. La Inmaculada Concepción de María fue declarada dogma de nuestra santa religión. (Pio IX proclama el dogma el 8 de diciembre de 1854)

Regocijémonos: este día es como la aurora que nos anuncia la redención; mas ¿de qué nos serviría creer en la inmaculada pureza de la Santísima Virgen María, sino tuviésemos cuidado en conservar en nuestros corazones la gracia de Dios?

Consagración a la Virgen Santísima para el día de la Inmaculada Concepción

¡Augusta María, inmaculada desde el primer instante de vuestra concepción, siempre Virgen, Madre de Dios y misericordiosa madre de los hombres! En este día en que el cielo y la tierra os proclaman Reina concebida sin pecado, venimos a postrarnos ante vuestro trono con los ángeles y santos y los fieles todos del mundo católico. ¡Oh María! Todas las generaciones os han aclamado bienaventurada, la Iglesia no cesa de alabaros, de invocar vuestra protección y de repetir que sois bendita entre las mujeres.

Pero vuestro divino Hijo reservó para nuestros tiempos la proclamación solemne del más glorioso de vuestros privilegios, el de vuestra concepción inmaculada. Y nosotras, hijas fieles de la Iglesia, gloriándonos de amaros y veneraros como ella, dóciles a su voz, conmovidas por esta manifestación del amor que Jesús os tiene, oh Madre amable y admirable, repetimos con entusiasta alegría: Sí, María es inmaculada; lo creemos, lo confesamos de todo corazón. ¡Oh dulce, oh tierna, oh misericordiosa Virgen María!  Os dirigimos nuestras súplicas con nuevo amor y confianza. ¿Qué podéis rehusarnos en esta solemnidad, precioso aniversario del día en que se os proclamó inmaculada? Bendecid a la Iglesia nuestra madre, defendedla de sus enemigos, haced que cesen los sacrílegos atentados de sus perseguidores, devolvedle los hijos que llora perdidos porque han seguido los senderos de la iniquidad. Únase el Oriente al Occidente para confesaros inmaculada, como sucedió cuando con voz unánime os proclamaron Madre de Dios. Os pedimos por nuestra nación predilecta, y por el mundo entero, cuya reina sois. Derramad vuestras bendiciones sobre el Vicario de Jesucristo, vuestro Hijo. Alejad las calamidades que nos afligen, apaciguad las guerras, y dadnos la paz, esa paz prometida a las lamas de buena voluntad.

En fin, nos atrevemos a pediros que os dignéis fijar vuestras miradas de madre en la familia del sagrado Corazón. Conservad nuestra inocencia, afirmad nuestra fe, inspiradnos profundo horror al pecado, haced que nos amemos y que amemos a Jesús que tanto nos ha amado.

Dignaos, Virgen santísima, acoger nuestros deseos de procurar la gloria del sagrado  Corazón de Jesús y la de vuestro Corazón inmaculado; protegednos, ayudadnos y haced que un día en el cielo cantemos todos de nuevo la gloria de vuestra purísima Concepción.

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